Dictadura, La Bola y Censura - Sebastián Kiperman
- la bola
- 6 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 abr 2020
“Queremos una escuela en la cual podamos opinar y participar: que la sintamos como propia, con mejores talleres y laboratorios, con programas de estudio acordes con la vida y las necesidades de nuestro país”
Este párrafo pertenece a un comunicado publicado en La Bola N*3 que salió en 1983, esta edición contaba con algo muy distinto a sus dos antecesores, era “legal”. y en la misma revista se enuncia: “tras meses de clandestinidad, de secretos y de esa molesta sensación en la boca del estómago cuando el prefecto pasaba cerca tuyo y uno tenía que pensar seriamente en comerse los diez ejemplares escondidos en la carpeta.” Si bien habían hecho un arreglo de palabra con las autoridades el peso de la ideología represora de la dictadura seguía muy presente en la sociedad y en la cabeza de las autoridades de ese momento. “De manera que seguiremos ocultos tras los seudónimos, en la relativa seguridad del anonimato” así terminaba este comunicado, donde anunciaban un nuevo panorama, tanto dentro como fuera del pelle, el comienzo de una nueva etapa de reconstrucción de la democracia y de los derechos humanos, una etapa en donde les jóvenes organizades tenían que jugar un lugar fundamental. Pero esto no les iba a resultar sencillo, el miedo seguía impregnado en la sociedad y sin embargo esto no les detuvo, las distintas ediciones siguieron saliendo y con ellas salían dibujos, cuentos, historietas, recomendaciones, chistes, opiniones y sobre todo opiniones, La Bola fue la herramienta de opinión en un momento donde opinar estaba mal visto, en donde juventud y política era todavía algo prohibido, dos cosas que nunca deberían cruzarse. La Bola era el espacio de resistencia a estas ideas, era el espacio donde les estudiantes podían (desde el lugar que quisieran) expresar sus ideas de cambio y de libertad. Era su trinchera armada con arte y pulmón.
justamente por eso, tantos años después (pero no tantos) de esa tercera edición, es necesario que existan estos espacios de libertad, arte y opinión, porque el poder expresarnos nos hace más libres, porque podemos, sin miedo, poner nuestro nombre y nuestro rostro en lo que hacemos y sentirnos orgulloses de eso, porque hoy en dia seguimos construyendo en nuestro centro y en nuestro colegio aquellos espacios que sentimos propios, porque hoy nadie nos va decir sobre qué podemos opinar y sobre que no, porque tenemos que estar orgulloses de ser parte de una generación que tiene como ejemplo de lucha aquellas que arriesgaron todo por la libertad de todos. Por todo eso y por muchísimas cosas mas que seguramente se me escapan es que creo que hay que celebrar una nueva bola que sale.
Seamos protagonistas de llevar nuestras ideas a la realidad y rebalsamos el pellegrini de nuestro arte porque nunca más nos vamos a volver a ocultar.
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